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Saturday, December 17, 2011

Thomas Mann (Lübeck, Deutschland, 1875 - Zürich, 1955)

«¿Es la literatura un canto de cisnes? No, más bien es una profecía, aunque no en forma directa y explícita. La naturaleza del artista le previene de ser, al menos, el siervo y el presagiador de cosas nuevas, aun cuando sus palabras traicionan su intuición inconsciente del futuro. Lo que sucede es más bien que lo viejo y lo nuevo… juegan, juegan con él, y este juego es su obra, un producto dialéctico, casi siempre, de viejos y nuevos, en donde su simpatía, sí, su amor, es conservador y enfrenta lo viejo, y sólo la capacidad de respuesta del artista da pistas a lo nuevo.»

Formulación hecha por Mann, donde predijo enormes cambios sociales, sin saberlo. Ya para 1939 ésta reconciliación del arte supremo y la política no era más la alegría austera, sino la armonización entre el humano individual y el humano social. Transiciones sociales que necesitaron tres décadas para ser apreciadas.


Esta reveladora declaración la encontré entre las páginas de un rico y denso estudio biográfico escrito, extraordinariamente, por el doctor, y profesor universitario, Anthony Heilbut, en 1995. El libro —Thomas Mann, Eros and Literature— lo descubrí entre empolvados textos de una vieja librería al sur de Denver, hace cuatro años. Entonces Eros —en la mitología griega, era el dios de la atracción sexual, el amor y el sexo— y la literatura se han complementado, a través de uno de los escritores más importantes del siglo pasado, pensé.


Heilbut define el lugar de Mann en la historia de la literatura, su relación con sus ancestros literarios, particularmente Goethe y Nietzche, y con sus contemporáneos Gide y Kafka, así como con los escritores norteamericanos Whitman y Melville. La biografía retrata la Alemania de Thomas Mann, su obra, su vida, su exilio y arribo a los Estados Unidos, una vida de sufrimiento y coraje pero de gran logro, una vida acosada por la hostilidad política, tanto de la derecha como de la izquierda, y por los tormentos de su frustración sexual.


Escena de "La muerte en Venecia", en Lido (1971)
Carlos Fuentes tuvo la oportunidad única de describir algo de esa frustración, sufrida por Mann, cuando visitaba la ciudad suiza de Zúrich en 1950. Y cito:

“Allí estaba él, la mañana siguiente, en el hotel Dolder donde se hospedaba, vestido todo de blanco, digno hasta un punto menos que la rigidez, pero con ojos más alertas y horizontales que la noche anterior. Varios hombres jóvenes jugaban tenis en las canchas, pero él sólo tenía ojos para uno de ellos, como si éste fuese el Elegido, el Apolo del deporte blanco. Ciertamente, era un joven muy bello, de no más de 20 años, 21 acaso; mi propia edad. Mann no podía quitarle de encima los ojos al muchacho y yo no podía quitarle la mirada a Mann. Estaba presenciando una escena de “La muerte en Venecia”, sólo que 38 años más tarde, cuando Mann ya no tenía 37 (su edad al escribir la novela maestra sobre el deseo sexual), sino 75, más viejo aún que el afligido Aschenbach enamorando de lejos al joven Tadzio en la playa de Lido, donde a veinte años de ver a Mann en Zúrich, vi a Luchino Visconti, en compañía de Carlos Monsiváis, filmar “La muerte en Venecia” con una mujer que asumía todas las bellezas y todos los deseos, incluso los de la androginia, Silvana Mangano.”

La actriz Silvana Mangano



Thomas Mann fue un novelista, cuentista, crítico social, filántropo y ensayista alemán, ganador del Premio Nobel en Literatura 1929. Conocido por su serie de novelas épicas altamente simbólicas e irónicas que destacan por su penetración en la psicología del artista y del intelectual. Su análisis y crítica del alma europea, utiliza modernizadas historias alemanas y bíblicas, así como las ideas de Goethe, Nietzsche y Schopenhauer. Su hermano mayor fue el escritor radical Heinrich Mann, así como tres de sus seis hijos, Erika Mann, Klaus Mann y Mann Golo, que también se convirtieron en importantes escritores alemanes. Cuando Hitler llegó al poder en 1933, el anti-fascista Mann huyó a Suiza. Cuando la Segunda Guerra Mundial estalló en 1939, emigró a los Estados Unidos, de donde regresó a Suiza en 1952. Thomas Mann es uno de los exponentes más conocidos de la llamada Exilliteratur.




jmc.

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